4 + 1 en Japón

domingo, noviembre 13, 2005

Himeji-jo



Sabado. Mi primer dia completamente libre.

Viendo las posibilidades, y tras consultar a Mr. National Geographic (ver primera foto que envie), decido acercarme a Himeji-jo, el castillo mas importante de Japon. Y lo de "mas importante" se debe a que es el unico del pais que se conserva tal y como fue construido, pues aqui no los hacen de piedra como en Albacete o Teruel, sino de madera. Y claro, luego llegan los malos (entiendase por "malos" a los samurais, los chinos o los americanos en la II Guerra Mundial) y los queman y se quedan sin castillos originales. Con lo que todos son restauraciones o copias, mientras que este es el unico original que queda en pie. Esta en la ciudad de Himeji, de donde toma el nombre. Lo de -jo significa "castillo". O sea, que decir Himeji-jo es lo mismo que "Castillo de Himeji" (Esto no pasa en español, por ejemplo, ya que decir "Juanjo" no es lo mismo que "Castillo de Juan")

El viaje es corto y comodo. En metro hasta Sannomiya y de alli un trenecito. Algun dia, si me acuerdo, os contare aqui el lio de lineas ferroviarias que hay por aqui. El caso es que he conseguido llegar sin problema a la ciudad de Himeji que es tan urbana como cualquier otra que me he ido encontrando desde que estoy aqui. Japon es un pais que, en lo que arquitectonicamente se refiere, apenas conserva su sabor milenario, ya que los terremotos, los incendios y las bombas (nucleares entre otras) se han encargado de que no quedara nada. Osaka, por ejemplo, es la tercera ciudad de Japon (otros dicen que es la segunda, por que la oficialmente segunda -Yokohama- esta tan cerca de Tokyo que parecen una unica e inmensa megalopolis) y no tiene nada para visitar aparte de calles tipo Blade Runner. De hecho, Himeji-jo se mantiene en pie porque nunca fue atacado por ningun enemigo. En fin...

Ibamos porque he aparecido en Himeji. La oficina de turismo en la misma estacion, me atienden en ingles sin que yo les pregunte nada (no tiene merito porque no tengo mucha cara de nipon, lo se, pero os aseguro que no en todos sitios lo hacen) y me marcho tan feliz con mi planito, en el que se decia que el castillo esta a 15 minutos andando, pero yo a ritmo tranquilo me lo he hecho como en menos de diez. No se si lo han medido con paso japones, que es como tres cuartas mas corto que el mio.

Toda la ciudad moderna esta construida en torno al castillo, hasta el punto de que desde la misma estacion sale una amplia avenida (la mas grande de todo Himeji) que llega en linea recta al castillo. Y una vez que se llega al recinto ya no queda duda acerca de por que este lugar fue el primer monumento que la Unesco declaro Patrimonio de la Humanidad en todo Japon. Himeji-jo, tambien llamado "Castillo de la Garza Blanca" porque la forma de sus tejados parecen las alas desplegadas de una garza volando, comenzo a construirse en el siglo XIV como un simple castillo de tres pisos hasta que, en sucesivos periodos fue acrecentandose hasta alcanzar los siete que tiene ahora. Se dice que trabajaron en el como unos cincuenta millones de personas (imagino que a lo largo de varios siglos, porque si no hubieran hundido esta parte de la isla) y, la verdad, les salio bien el trabajito.

El recinto consta de varios jardines, la torre principal y dos torres menores. Hay carteles que indican por donde hay que ir, sugiriendo dos posibilidades: o bien el tour completo o bien directamente hacia la torre principal. Yo, como guiri profesional, cojo mi camara y comienzo a hacer fotografias a diestro y siniestro buscando mil y un enfoques a cual mas novedoso. Algunos se han quedado mirando, por ejemplo, que hacia yo apoyado en la barandilla intentando fotografiar un canalon del tejado. De hecho, estoy pensando en hablar con los de la Traveler Guide y me gano un sobresueldo. Lo que veis ahora a la izquierda es una de las infinitas salas de la torre pequeña, donde vivia la Princesa Sen (casada con Tadatoki Honda), de quien se dice que nunca salio del castillo mientras vivio en el. Se conservan dibujos de la princesa y su vida cotidiana, y a partir de esos dibujos se ha recreado en una habitacion (la unica habitacion que estaba decorada en el castillo en aquellos tiempos) como seria la vida cotidiana de la princesa Sen. En la foto parece un poco para turistas, pero doy fe de que en directo impresiona. Los maniquis estan conseguidos, y ayuda mucho a la conservacion del edificio la obligacion de descalzarte al entrar (te dan unas zapatillitas y una bolsa de plastico para que metas tus zapatos).
Por lo que leo en los carteles, no es solo un castillo sino que tiene la mision de fortaleza tal y como lo entendemos nosotros, es decir, que ademas del señor feudal y su señora feudala vivirian tambien guerreros y campesinos a su servicio. Esto es tan inmenso y Japon tiene tan poco terreno que si no hubiera sido asi seria una desfachatez por parte de Norimura Akamatsu, fundador del castillo. Espero que no creais que me acuerdo de memoria de los nombres: los estoy leyendo del folletillo que me han dado a la entrada. Suficiente lucha tengo en el coco con memorizar la frasecita que significa "Puede usted hacerme una foto, por favor?" como para andar aprendiendome el nombre de los shogun.

Dos han sido los momentos especiales en Himeji-jo en los que me he puesto a llorar como una cacatua llorona; aunque la foto de la izquierda os parezca un mojon cualquiera, uno de esos momentos ha sido al leer la historia de esa piedra: cuando en el siglo XV se estaba fortificando el castillo con piedra, el señor feudal de turno se encontro con el serio problema de la carestia de piedra. A unos cuantos kilometros, en algun pueblucho perteneciente a dicho señor, vivia una viejecita muy pobre cuyos unicos ingresos eran los que conseguia vendiendo tortas de arroz hechas por ella misma. Al saber que su señor estaba en apuros, recorrio la distancia a pie para ofrecerle lo unico que tenia: la piedra con la que molia a mano el arroz. Hashiba, el señor, se conmovio mucho por la historia y ordeno que la piedra de moler se colocara en un lugar de paso preferente para que todo el mundo pudiera verla. La historia no dice si la recompenso con algo o no, pero imagino que si.

El otro momento emotivo del dia ha sido cinco minutos despues, cuando por fin he llegado a la explanada de la torre principal. Sentado en un banco, he sacado mi libro de poesia clasica japonesa (Kokinwakashu) y he seleccionado al azar un poema cualquiera para leerlo en el entorno, que, a mi parecer, era el mas adecuado. El poema era el siguiente:

¿Por que pense
que las gotas de rocio
eran efimeras?
Solo porque yo
no yazco sobre la hierba.

Fujiwara no Koremoto, su autor, lo compuso poco antes de morir.

Quizas en circunstancias normales me hubiera parecido solo un poco tierno, dulce..., pero aqui todo me tiene otro color, tal y como os contare dentro de poco. Estoy mas receptivo a la ternura, a las emociones, a una pobre vieja sin trabajo para ayudar a su señor y a un poeta japones del siglo IX que comprende, por fin, que la vida es lo mejor que nos ha sido dado. Llore, por tanto, sin complejo alguno, me puse algo de musica (la banda sonora de El Imperio del Sol es lo mas japones que tengo de momento en el Ipod), contemple la fachada que ahora comparto con vosotros, respire en paz, y, sin prisa alguna, me dirigi a subir los siete pisos de la torre principal de Himeji-jo.

Es muy llamativa la ausencia de decoracion en las salas del castillo. En las paredes tan solo se ven las varas en las que se colgaban las armas, sean lanzas, katanas o cualquier otro armatoste. Son, como ya he dicho, siete pisos arrebatadores. Obviamente no hay ascensor, y la fatiga se va adueñando de uno. Al llegar arriba el paisaje sobrecoge. Hay, como no, un pequeño altar con unos cascabeles como en Minatogawa. La gente, muy devota, echa monedas y pide sus deseos (o lo que haga, que no lo se). Muerto de frio por la altura, doy la vuelta y marcho para casa.

Espero que comprendais que es todo tan distinto para mi que me es imposible describir con detenimiento todo aquello que me llama la atencion: pasaria tanto tiempo escribiendo como viendo cosas, y no podria dirigir una obra de teatro, que es a lo que he venido. Es por eso que, a partir de ahora, intentare ser mas conciso en cada monumento. Himeji-jo, de todos modos, valia la pena esta entrada tan larga en el blog.

Por cierto, si quereis mas informacion sobre Himeji-jo, os sugiero que entreis en esta pagina:
http://web-japan.org/nipponia/nipponia17/es/feature/feature03.html

Ahora me marcho. Dentro de poco, mas. Aunque no se si mejor.